" El viaje es el paraíso del necio. Nuestras primeras travesías nos descubren la indiferencia de los lugares. En casa sueño que en Nápoles o en Roma puedo embriagarme de belleza y desprenderme de mi tristeza. Hago mi baúl, abrazo a mis amigos, me embarco y, por fin, despierto en Nápoles. Y ante mis ojos surge el mismo triste e implacable yo del que quise huir, inexorable, idéntico".
(Ralph Waldo Emerson, Confianza en uno mismo).
Pues da qué pensar ...
ResponderEliminarno siempre se viaje por huída, también para quitarse prejuicios y sorprender el alma.